Al menos diez personas que viajaban en una lancha murieron el sábado en Brasil tras el derrumbe de un despeñadero en un lago del interior del estado de Minas Gerais (sudeste), confirmó este domingo la Policía.
Hasta el momento se confirmó la muerte de "un total de 10 personas", dijo a periodistas el comisario regional de la Policía Civil en la localidad de Passos, Marcos de Souza Pimenta, uno de los organismos que investiga el caso junto a los Bomberos y la Marina.
Las dos personas que permanecían desaparecidas desde el accidente fueron halladas este domingo por los rescatistas, que continuaban trabajando en la zona.
El sábado al mediodía, un gran fragmento rocoso se desprendió de un barranco y cayó, perpendicular, encima de cuatro lanchas que paseaban por el lago, una región turística de Minas Gerais.
En dramáticos videos compartidos en las redes sociales se puede ver el momento exacto en que el macizo se desprende y cae sobre las embarcaciones, ante el pánico de quienes presencian la escena desde las otras lanchas.
"Minas Gerais":
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Uno de esos registros muestra el minuto previo al derrumbe, en el que varias personas advierten que "están cayendo muchas piedras" y piden a gritos a los ocupantes de las otras lanchas que se alejen del paredón.
Los fallecidos eran parte de un mismo grupo de familiares y amigos que viajaban en la embarcación que sufrió el mayor impacto durante la caída de rocas, según los bomberos.
Durante las búsquedas "fueron apareciendo cuerpos y fragmentos de cuerpos", explicó Pimenta.
Las víctimas eran de nacionalidad brasileña y tenían entre 14 y 68 años, según las investigaciones preliminares.
Más de 30 personas resultaron heridas, nueve de las cuales precisaron ser hospitalizadas.
Erosión natural y lluvias, posibles causas.
Las causas del derrumbe todavía serán determinadas, pero las intensas lluvias que han caído los últimos días en el sudeste de Brasil favorecieron el desprendimiento, apuntan los bomberos y especialistas.
La región de Capitolio, a 300 km de la capital Belo Horizonte, atrae a numerosos turistas brasileños con sus paredones de rocas y cascadas que rodean las verdes aguas del lago Furnas, formado por la represa hidroeléctrica con el mismo nombre.
"La naturaleza peculiar de ese lugar, todo el atractivo turístico que proporciona el paisaje, con el embalse que forma el lago, las cascadas y saltos de agua, es creada por la erosión del relieve, un proceso natural y constante", explicó a la AFP el geógrafo Eduardo Bulhoes, de la Universidad Federal Fluminense (UFF).
A esa erosión natural se suman las lluvias intensas, que tornan más probables los desprendimientos como el ocurrido el sábado, llamados "movimientos de masa".
"Diciembre y enero son los meses con más lluvia en Capitolio y consecuentemente los meses con mayor potencial de movimientos de masa", afirmó Bulhoes.
Para evitar nuevos accidentes, sería recomendable "limitar el área recreativa y alejar los paseos de los paredones y saltos de agua" en la temporada de mayor riesgo, concluyó el especialista.